La O del acrónimo ECRO (Esquema Conceptual, de Referencia Operativo) nos traslada a lo Operativo o proceso de intervención que consiste en la adecuación del constructo teórico y conceptual referido al campo de la vejez que hemos  enunciado en la sección de Filosofía y ECRO (lo que representa E-C-R) para su aplicación práctica en las múltiples intervenciones que a diario se realizan por los distintos profesionales de los Centros y Servicios de Cicerón.

1º.- Operamos bajo el paraguas de nuestra filosofía y ECRO.

Filosofía y ECRO constituyen la principal herramienta de intervención. Se ha ido conformando a lo largo de más de 30 años de trabajo y reflexión, escuchando, compartiendo y atendiendo a las personas que han transitado por los dispositivos de atención, principalmente la Vivienda de mayores en Torrijos.

Filosofía y ECRO es el valuarte más preciado que tiene Cicerón sobre el que se edifica la acción práctica que resumimos como “el conjunto de experiencias, conocimientos y afectos con los que un individuo piensa y actúa» (J. Bleger)  conformando también un esquema entrecruzado con los aspectos ideológicos y valores que determinan el aspecto inmaterial en los que se basa la intervención en Centros o Servicios de Cicerón.

La filosofía y ECRO deCicerón esparticipado por todos los profesionales y la organización en su conjunto (Ver sección correspondiente en la Web).

De esta manera, todos los profesionales, sean cuales sean sus funciones y responsabilidades realizan sus tareas guiados por el mismo ECRO, por los mismos principios comunes que comparten. Así,  el acompañamiento a las personas y las intervenciones siempre tendrá el mismo hilo conductor y los usuarios no se verán sometidos al vaivén de criterios diferentes a la consideración particular e ideológica  de los distintos profesionales de turno que intervienen.

De no existir y no ser compartido este ECRO, la actividad desarrollada por los profesionales no tendría rumbo, o mejor dicho tendría el rumbo que cada uno de estos profesionales le diera en el momento de su actuación concreta pero no avanzaría por la misma senda, sino que daría tumbos en busca de un destino incierto.

El principio que se desprende de lo argumentado es que una tarea, acción  o intervención profesional es ejecutada de manera similar conforme a un mismo ECRO, con independencia que ésta sea realizada por profesionales diferentes.  

2º.- ¿Cuáles son los ámbitos y criterios de intervención en Cicerón?

Ámbitos de intervención.  Atención integral, continuada.

Normalización versus cuidados. Acompañamiento. Cuidar y curar.

Ámbitos de intervención

Los profesionales insertados en un medio institucional se terminan organizando las actividades en función de la demanda de la Residencia olvidando otros ámbitos que deben estar presentes en cualquier acción profesional: individual – grupal – comunitario. Es el conocido efecto de la institucionalización.

Un ámbito de actuación se reconoce por la extensión o amplitud de los sucesos y vínculos humanos en los cuales se estudia un fenómeno.

En nuestro caso, nos interesa la atención del usuario dentro del ámbito institucional de un Centro o Servicios de Cicerón, en interrelación con los ámbitos grupal, individual y comunitario. Este planteamiento nos conduce a una atención individual del residente en contacto con su pueblo, con su familia, con su historia y biografía.

Jose Bleger señala estos cuatro ámbitos de intervención que Cicerón adapta en su modo de operar:

  • El ámbito individual o psicosocial: nos permite observar e intervenir en la problemática de un usuario desde su individualidad, desde su historia y sistemas particulares.
  • El ámbito grupal o socio-dinámico: permite centrar nuestro interés en el grupo, en los vínculos que se establecen entre usuarios.
  • El ámbito institucional: está dirigido a analizar la relación de los grupos y la institución residencial.
  • El ámbito comunitario: que nos facilita tener presente en nuestras intervenciones los elementos de los pueblos en los que se inserta el Centro o Servicio, las relaciones entre instituciones, las costumbres, los prejuicios y valores sociales de ese pueblo.

Una representación gráfica de los ámbitos sería esta:

Hasta ahora, el modelo residencial clásico tomaba el ámbito institucional como totalidad, excluyendo la presencia o el inter-juego de los otros tres ámbitos en la atención que se prestaba en los Centros. De esta manera, aquellas residencias se constituían en “instituciones totales” en decir de Goffman, generando efectos negativos sobre el residente, (pérdida de autonomía y autoestima; sentimiento de marginación y exclusión social,  etc.).

Ahora bien, en el modelo de Cicerón cada ámbito incluye y contiene al anterior. Cualquier intervención de los profesionales se realiza desde la individualidad del residente, conviviendo en un grupo pequeño, en el medio Residencial que está inmerso en la comunidad.

Cada acción de evaluación o planificación de cuidados está mediatizada por esta concepción multidimensional en la que está el usuario.

Dicho de otro modo, cuando los equipos intervienen en la atención a un usuario, el hecho de considerar una problemática socio-sanitaria desde la perspectiva de su inclusión en los cuatro ámbitos rompe la idea de mono-causalidad, lineal y evolutiva de una concepción mecanicista que cree que un efecto tiene una causa y que esa causa provocó ese efecto.

Desde la Concepción Operativaque promueve el Dtor. Bauleo y nosotros compartimos, aquella problemática socio-sanitaria de este usuario debe ser pensada desde la multicausalidad en movimiento que transita a lo largo de los ámbitos individual – grupal – institucional – comunitario.

La residencia “San Bartolomé” en Tembleque  y la vivienda de mayores  en Torrijos : Centros del ámbito comunitario:

Como se ha señalado, los Centros y Servicios de Cicerón aunque pertenecientes a un ámbito institucional, sin embargo desarrollan sus acciones encuadradas en el ámbito comunitario, participando sus servicios, en primer término, de las gentes donde se ubican. Por esto, desde estos Centro se promueve acciones encaminadas al acompañamiento de las personas en su medio, como las siguientes:

1.- Abrir los Centros hacia la comunidad convirtiéndolos en centros polivalente de soporte y recursos, temporales o definitivos. Esta acción permite su optimización al máximo, tanto desde lo social como económicamente. El funcionamiento de los servicios de los Centros, además de los programas de atención a residentes permanentes, se ofrece otros como los que se indican a continuación:

 Servicios destinados a personas no residentes.- Se trataría de permitir que personas mayores que viven en su casa utilicen con flexibilidad y sin horarios rígidos determinados servicios como el comedor, los talleres, el gimnasio, los baños, etcétera.

 Servicios de «respiro».- La residencia podrías estar abierta al ofrecimiento de programas intermedios con el doble objetivo de atender a las personas mayores y de ofrecer un «respiro» a la familia cuidadora: centros de día, estancias temporales, programas de vacaciones asistidas por personal especializado, etcétera.

 Servicios domiciliarios destinados a personas mayores en situación de fragilidad o de dependencia que viven en su casa.- Podría también plantearse ofrecer algún tipo de servicio de proximidad, de manera complementaria y preferiblemente coordinada con los que se ofrecen a domicilio por los servicios sociales comunitarios, tales como comidas y lavandería a domicilio, asesoramiento sobre diseño de adaptaciones en el hogar y utilización de servicios de apoyo, terapia ocupacional y rehabilitación a domicilio, etcétera.

 Formación y apoyo a allegados y familiares que cuidan de una persona mayor en su domicilio.- Mediante la programación de cursillos de información, formación, adiestramiento en habilidades y grupos de apoyo. Algunas de estas actividades formativas también pueden desarrollarse en el propio domicilio de la persona que es atendida por su familiar.

 Formación de profesionales de los servicios sociales ajenos a la residencia.- Cursos de formación y prácticas destinados a trabajadores/as de ayuda a domicilio, a auxiliares sanitarios e incluso a profesionales de más alto nivel, como formación especializada: ATS/DUE, animadores/as, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, trabajadores/as sociales, médicos/as, psicólogos/as, etc. También podría estar el centro abierto a la realización de prácticas de los/as estudiantes.

 Servicios de gestión y  coordinación de la ayuda a domicilio, de la teleasistencia domiciliaria.

  • Otros servicios enmarcados dentro del catálogo de la Ley de Dependencia.
  • Es importante que mediante la valoración que tenga cada usuario se pueda llevar a cabo un encadenamiento de todos los servicios existentes o prescritos administrativamente, de manera que un usuario receptor de una ayuda a domicilio, por ejemplo, en una situación enfermedad aguda pueda ingresar temporalmente en otro recurso como la residencia, etc. y encadenar los recursos a las diferentes necesidades cambiantes que experimenta las personas.

Los servicios de apoyo comunitario, especialmente los destinados a las familias de esta comarca, a través del Servicio de Estancias Diurnas, constituirán un instrumento más de interrelación con el medio comunitario a cuyo objetivo se unirán otras acciones a realizar con los Servicios Sociales Municipales

Atención Integral, continuada

Cuando hablamos de la atención que se debe prestar a una persona, estamos indirectamente estableciendo un modelo de atención individualizada, integral y proporcional a cada una de sus necesidades.

En primer lugar, ¿cómo concebimos en Cicerón al ser humano en su estructura?: “el hombre es una totalidad dinámica, gestáltica, indivisible en espacio y tiempo que se regula a través de leyes biológicas, psicológicas y sociales”.

Desde los aspectos genéticos o de la personalidad, a las experiencias vividas, los afectos, las enfermedades, los vínculos, o los estados socio-económicos pertenecen a este universo de contingencias que es el ser humano.

La persona es una unidad integrada por elementos somáticos, psicológicos y socio-ambientales en proceso de construcción conforme a su curva vital.

Fillerbaud sintetiza lo anterior diciendo que  “el ser humano  es una totalidad compleja integrada, o biopsicosocial”.

Conforme a esta concepción, se articulan tres áreas humanas de atención integral para Cicerón que si bien son explicitadas teóricamente de manera independiente, no pueden ser concebidas aisladamente, pues lo que sucede en una de ellas tiene repercusión y determina el estado de las otras dos.

Pichón-Rivìere representa en tres círculos concéntricos los tres tipos de conducta que afectan a los fenómenos mentales (1), corporales (2) y los relacionados con el mundo externo (3) que se manifiestan en el hombre:

Estas tres áreas coexisten, se interrelacionan y tienen una manifestación unitaria del ser total.

No puede aparecer ningún fenómeno en ninguna de las tres áreas sin que impliquen necesariamente a las otras dos.

Por ejemplo, un problema de salud de un usuario con síntomas en el área somática, provoca también reacciones en lo psicológico y en las relaciones de éste con  el exterior.

Una situación de dependencia funcional también se manifestará en el estado afectivo del usuario, con proyección en el mundo externo inmediato que le rodea (la pequeña unidad, los profesionales, los compañeros, la familia).

La coexistencia de las tres áreas no excluye el predominio de alguna de ellas en un momento dado; predominio que permite calificar el fenómeno como perteneciente a una u otra área.

Partiendo de esta concepción no es posible pensar otra manera de acompañar a las personas que conviven en algún Centro o Servicios de Cicerón más que desdela ATENCIÓN INTEGRAL.

Las actividades de la vida cotidiana y otras que requieran atención especializada como la evaluación e intervención están  construidos desde esta manera integral de pensar las manifestaciones de las personas, por más que  por cuestiones metodológicas, quien asuma la responsabilidad ante un problema de una persona sea un profesional de la salud o de la atención psicosocial.

Hasta aquí, hemos referido lo integral como elemento esencial del ser humano, ahora vamos a referirlo en relación al proceso de intervención.

Como es bien conocido,la Organización Mundialde la Salud (OMS) define la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente como la ausencia de afecciones o enfermedades.La Atención Primariade Salud es la clave para lograr la salud para todos, como responsable de dispensar servicios de promoción, prevención, curación y rehabilitación.

Estas nociones nos acercan a la idea de una atención continuada que gira en torno a la persona y su integridad, evitando una atención fragmentada, parcial e incompleta de uno u otro profesional.  En este sentido, el trabajo de los profesionales pone el foco no solamente en la atención diaria, sino también en las estrategias que deberán seguir para garantizar la continuidad de los cuidados con la coordinación con el Centro de Salud  y  el resto de recurso sanitarios de la comarca donde se ubique un Centro o Servicio de Cicerón.

El proyecto de Cicerón comparte el planteamiento que hace el documento Sitges :

Un modelo de sociedad longeva, con derechos y deberes, en el que las necesidades sanitarias y sociales interactúen a modo de vasos comunicantes en busca de un equilibrio que facilite el estado de bienestar, sólo es posible en un medio que combine un alto nivel de conocimientos, habilidades profesionales y tecnología, con una profunda sensibilidad hacia las necesidades de los demás, en un entorno solidario abierto a los valores de la persona, por encima de intereses profesionales, científicos y económicos”.        

Con las alianzas, los servicios y programas necesarios, se prestará una atención integral continuada a los residentes de Cicerón en las distintas esferas personales: lo biológico, lo psicológico y lo social.

Normalización versus cuidados

En Cicerón, los profesionales intervienen bajo el paradigma de la normalización, entendiendo ésta como una natural forma de vida de una persona: en su casa, entre su grupo familiar y en su medio poblacional. Donde tiene cobijo, alimento y recibe, a la vez que manifiesta, sus afectos. Donde obtiene seguridad, es protegido y cuidado cuando se presenta algún grado de necesidad derivado de problemas de salud, emocionales, o laborales, etc.

El reto que asume Cicerón en sus proyectos es facilitar una dinámica de actividad y cuidados lo más parecido posible a la natural forma de vida que hayan llevado sus residentes, donde recibían la atención de aquellas necesidades que no pudieron satisfacer en su vivienda habitual, con sus seres queridos y que motivaron el ingreso en un centro, recogiendo aquellos otros aspectos o vinculaciones saludables que existen fuera de la residencia que reportan satisfacción y que no deben perderse por el hecho de residir en “una casa diferente”.

A su vez, esta referencia está atravesada por la participación del residente y/o su familia en todo el proceso de atención.

Las personas mayores usuarias de un  Centro o Servicio, tanto si son independientes o si se encuentran con alguna discapacidad o quienes se encuentran en situación de dependencia, tienen derecho a participar en la vida de la Vivienda y en su comunidad. Igualmente, es extendido este derecho a sus familiares y amigos. Así mismo, han de disfrutar de interacciones sociales suficientes y acceder al pleno desarrollo de una vida personal gratificante y libremente elegida.

Por otra parte, los usuarios que precisan atención o cuidados, y también sus familias, tienen derecho a estar presentes y participar en la toma de decisiones que afecten al desarrollo de su vida. En las intervenciones, participarán tanto en la elaboración del plan acompañamiento personal, como en su seguimiento, siendo informados ante cualquier cambio.

En ocasiones, la atención de la personas en cualquier recurso asistencial es pensada desde los conocimientos teóricos y la técnica de intervención de los profesionales. En otras, se piensa desde las necesidades organizativas que tienen estos centros o servicios.

Pues bien, para Cicerón la atención es planificada desde la propia persona en su actuar con el grupo, ya sea su grupo familiar o un grupo formado en el propio recurso y que llamamos “cuasi-familiar” por el gran parecido al modelo familiar. Es decir, la atención está basada en los deseos y la autonomía de las personas, en consonancia y conciliación con los profesionales y sus propias familias.

Es esta un criterio de intervención que facilita que la propia persona decida sobre su propia vida, no solamente en relación a la prestación de un servicio por presentar una necesidad determinada de cuidados, sino también en relación a los otros aspectos sanos de la propia persona. Así por ejemplo, una persona puede tener mermadas algunas capacidades físicas pero no por ello debe influir en su capacidad o deseos de relación y vida social y cultural.

Igualmente, la prestación de ayuda en alguna de las actividades básicas de la vida diaria (a.b.v.d.) será de acompañamiento o supervisión, parcial o total, proporcionalmente a la intensidad de dependencia que presente una persona para cada una de estas a.b.v.d. , promocionando y manteniendo activas aquellas funciones que no precisan este tipo de ayudas.

Acompañamiento

En Cicerón utilizamos el término acompañamiento para expresar la relación que se establece entre las personas mayores, así como entre éstas y sus cuidadores. Acompañar no consiste en estar junto a otra persona sin hacer nada. Por otro lado, el acompañamiento también puede producirse sin necesidad de presencia física. Por consiguiente, el acompañamiento evoca la participación en los sentimientos o conductas del otro, para entender o accionar con él las cosas que suceden alrededor de ambos.

Así concebido, el acompañamiento viene a ser el sostén o auxilio armónico de una melodía principal por medio de uno o más instrumentos o voces.

Las tareas implícitas de cualquier acompañamiento no es una actividad que pueda diseñarse o programarse por igual para todas las personas. Debe ser una atención individual y personalizada que será garantizada mediante una valoración individualizada e integral del individuo mediante el proceso de atención de enfermería, dentro del cual se realizará una valoración por patrones funcionales de M. Gordon (1987) en la que se tienen en cuenta los aspectos biológicos, psicológicos, sociales y espirituales.

Para llevar a cabo este acompañamiento de ha diseñado un programa específico que concluye con el plan de acompañamiento personal, que sin lugar a dudas es el documento de referencia para la realización de cuidados de los residentes en las actividades básicas de la vida diaria.

Curar y cuidar

Las raíces del verbo cuidar remiten a un verbo polisémico, cuya raíz etimológica se relaciona directamente con el termino de origen latín “cura” en un doble sentido del término: con significación de “esfuerzo angustioso”, y también  “solicitud”, “entrega”.

La cura se relaciona con dos referentes semánticos: esfuerzo angustioso y solicitud, lo que significa que, el ejercicio de cuidar conlleva, por un lado, esfuerzo, trabajo angustioso y, por otro lado, se puede definir como un trabajo de entrega, de solicitud, de respuesta a necesidades ajenas. Practicar la cura es, en el fondo, esforzarse solícitamente por algo o alguien. La acción de cuidar, pues, desde sus orígenes etimológicos, es una acción que requiere dedicación, esfuerzo continuado, sufrimiento por el otro.

En la cultura romana, el término cura se relaciona directamente con el cuidado del cuerpo y del espíritu: “mens sana in corpore sano”.

En la cultura del medioevo el término cura tiene una aplicación fundamentalmente de orden espiritual: cura animae.

El término cura contiene ambas dimensiones: el cuidar y el curar, lo que significa que ambos verbos no deben considerarse aisladamente sino mutuamente implicados, como también lo es la tarea de cuidar y curar. Aplicar la cura a alguien significa cuidarle, pero también curarle.

En una gran parte de la historia de la medicina estos varios sentidos del curar y cuidar eran esencialmente uno. Es solo con el comienzo de la era científica con los tratamientos efectivos cuando la posibilidad de la cura está separada de la del cuidado.

Lo propio de la enfermería como profesión autónoma que es en el conjunto de las ciencias de la salud es la investigación y la praxis de los cuidados. Sin embargo, el cuidar como tal no es patrimonio exclusivo de una determinada profesión sanitaria.

La acción de cuidar trasciende el marco sanitario y es preciso considerarla de un modo más global y relacionarla, como recuerda su etimología con el ejercicio del curar. Para curar a alguien es necesario cuidarle y para evitar que sufra una enfermedad, es decir, para prevenir también es necesario cuidarle. Y por otro lado,  la acción de cuidar, inclusive practicada en los enfermos denominados incurables, tiene efectos curativos, aunque sólo fueran detectables en el plano de la interioridad del enfermo. Para curar también es necesario cuidar. El cuidar es anterior al curar.

Así entendido, la tarea de curar para Cicerón consiste en investigar las causas de la enfermedad, del dolor, del sufrimiento, globalmente considerado, y tratar de reconstruir, posteriormente, el orden primitivo del sujeto, erradicando los elementos caotizantes que hieren la estructura pluridimensional del ser humano.

El cuidar también se relaciona con el capacitar. Capacitar a alguien consiste en ayudarle a descubrir sus posibilidades existenciales y los canales para convertir dichas posibilidades en realidades.

El ejercicio de cuidar se relaciona con la tarea de capacitar, porque cuando uno cuida a alguien de verdad, lo que trata de conseguir es que ese sujeto pueda ganar cotas de autonomía, pueda desarrollar actividades y tareas por sí mismo, sin necesidad de recurrir a otro. Capacitar a alguien es ayudarle a superar sus dependencias.

La tarea de capacitar trasciende, como en el caso del cuidar, el marco de la salud y tiene mucho que ver con la tarea de educar. Al fin y al cabo, el proceso de educar, de formar integralmente a un ser humano desde todas las perspectivas y dimensiones, es capacitarle para enfrentarse a la ardua tarea de ejercer el oficio de ser persona en la sociedad.

De lo referido, curar, cuidar, capacitar, se infiere que todos los miembros del equipo, con independencia a capacitación profesional tienen una labor a desarrollar y están obligados a entenderse, a colaborar en el acompañamiento de cualquier persona.

3º.- Técnicas de intervención   

El criterio de intervención que aplican los profesionales de Cicerón es una indagación operativa sistematizada en los siguientes pasos:

–       Observación de los sucesos.

–       Comprensión de los significados de estos sucesos.

–       Interpretación, señalamiento o reflexión de lo observado elaborando hipótesis de trabajo.

–       Verificación o rectificación de la hipótesis para continuar actuando e iniciar de nuevo este ciclo.

José Bleger dice : “ no se puede ser buen profesional si no se es al mismo tiempo un investigador de los fenómenos que se quieren modificar, y no se puede ser investigador si no se extraen los problemas de la misma práctica y de la realidad social que se está viviendo en un momento dado..”.     Así pues, como dice Kurt Lewin, “nada hay más práctico que una buena teoría”.

Compartiendo este postulado las acciones de los profesionales de Cicerón se incluyen dentro de un proceso de investigación, cuyos resultados permiten mejorar las prácticas y a su vez éstas generan nuevos campos de investigación en un círculo de aprendizaje y mejora continua.

  • Técnica de Grupo Operativo, creada por Pichon Rivière y su equipo, (Buenos Aires 1946 y Rosario 1958). Tomado del Diccionario de psicología social pichoniana de Pablo Cazau, actualizado en diciembre del año 2005.

     Concepto.- «se caracteriza por estar centrada en forma explícita en una tarea que puede ser el cuidado, el aprendizaje, la curación, el diagnóstico de las dificultades de una organización, etc. Cicerón utiliza esta técnica en el acompañamiento y cuidado a las personas en sus Centros y Servicios, para realizar análisis institucional de la organización y la promoción de su ECRO.

Bajo esta tarea explícita subyace otra implícita que apunta a la ruptura, a través del esclarecimiento, de las pautas estereotipadas que dificultan el aprendizaje y la comunicación, significando un obstáculo frente a toda situación de progreso o cambio».

       La Tarea es el factor por el cual el grupo se ha reunido para apropiarse de él y luego accionar con él. En otras palabras, tarea es el tema, ocupación o título que hace converger sobre él todo el funcionar de la reunión. 

Se puede plantear una tarea en lo explícito, pero ser otra la latente, puede haber concordancia entre ambas, y por último, ser ambas sólo partes de una unidad que será la tarea del grupo.

La necesidad de su enunciación es la posibilidad de determinar y de ahí significar, a partir de un presente, aquí ahora, todo el juego grupal. Una vez establecida la tarea, el grupo se ubica en un presente continuo (tiempo vivido), en el cual va adquiriendo significado lo pensado y lo sentido en él.

En suma, «las finalidades y propósitos de los grupos operativos pueden resumirse diciendo que su actividad está centrada en la movilización de estructuras, estereotipadas a causa del monto de ansiedad que despierta todo cambio…. En el grupo operativo, el esclarecimiento, la comunicación, el aprendizaje y la resolución de tareas coinciden con la curación, creándose así un nuevo esquema referencial”.

En decir de Armando Bauleo, 

 “el grupo operativo es la denominación que damos a un grupo en el cual la Tarea, elemento nuclear, es en su explicitación el elemento que posibilita su funcionar. Es decir, que sólo por la tarea, a través de la tarea, y con la tarea, el grupo es grupo”.

Este privilegiar de la Tarea no es en base a una elección fortuita o ingenua, es una búsqueda comprometida de un agente cuya presencia tiene todos los tintes de una realidad ya que sin Tarea, sin algo por lo cual está ahí, el grupo no tiene líneas explicativas.

Las carencias que podemos visualizar de los por qué y los para qué, tienen un lineamiento que puede ser analizado en varios niveles sobre los que se destaca el ideológico. La falta de causalidad o de sus amputaciones y la ausencia o hipótesis del futuro, exigen ser explicados a nivel de una concepción totalizante, para la cual esas faltas o hipóstasis tienen una significación dentro del contexto.

De ahí que planteamos el por qué y el para qué del grupo, y atribuimos a la tarea el ser eje del pasaje de uno al otro, configuración toda esta que permite su descripción y explicitación al aportar los elementos sobre los cuales se fundamenta el grupo operativo.

Componentes del grupo operativo:

a) un coordinador, que ayuda a los miembros a pensar abordando el obstáculo epistemológico configurado por las ansiedades básicas. Utiliza como instrumentos el señalamiento de las situaciones manifiestas y la interpretación de la causalidad subyacente;

El coordinador tiene como labor interpretar o señalar lo que va ocurriendo. Se encarga de efectuar la enunciación que unirá la temática verbalizada con la dinámica de funcionamiento grupal, dando así un elemento de organización en la ansiedad en la cual está sumergido el grupo con el tratamiento del tema.

b) un observador, por lo general no participante, cuya función es recoger todo el material expresado verbal y pre-verbalmente en el grupo, con el fin de realimentar al coordinador en un reajuste de las técnicas de conducción.

El observador tiene como trabajo fundamental el de organizar los elementos emergentes grupales, para poderlos devolver al grupo (lectura de emergentes 20 minutos antes de terminar la reunión), o para luego elaborarlos con el coordinador y reestructurar la perspectiva que ambos tenían del grupo y así comenzar la reunión siguiente.

c) el resto de los integrantes del grupo.

El empleo de la técnica del grupo operativo encuentra su fundamento en el hecho de que «las ciencias sociales han centrado su interés en los últimos años en los grupos restringidos o cara o cara, que, en su carácter de unidad básica de interacción y sostén de la estructura social, se convierten también en unidad básica de trabajo e investigación».

A su vez, el fundamento teórico que sustenta la aplicación de la técnica operativa es la teoría de la enfermedad única, que deriva de una situación patogenética básica responsable de las pautas estereotipadas de conducta y del estancamiento en el proceso de aprendizaje de la realidad.

Momentos del grupo operativo.

Pichon Rivière describe de diversas maneras los momentos o etapas por los que atraviesa el grupo como consecuencia de la aplicación de la técnica operativa. Por ejemplo:

a) Desde el punto de vista dialéctico, habla de tres momentos: tesis, antítesis y síntesis, buscando con ello poner de relieve que la técnica operativa implica el enfrentamiento y resolución de contradicciones.

b) Desde el punto de vista de la unidad de trabajo que permite la tarea de esclarecimiento, podemos reconocer tres etapas: el existente, la interpretación y el emergente.

El existente es el material aportado por el grupo a través de un miembro cualquiera que oficia, entonces, como portavoz. Ese material es interpretado por el coordinador del grupo y, como respuesta a esa interpretación, surge un nuevo emergente, conducta nacida de la organización de distintos elementos como acontecimiento sintético y creador.

c) Desde el punto de vista de lo que sucede en cada sesión grupal, hay tres etapas cronológicas: apertura, desarrollo, y cierre.

«Los emergentes de apertura deben ser cuidadosamente registrados por el observador y el coordinador, ya que todo ese material va a ser re-trabajado durante la sesión, y es observable cómo reaparece, ya modificado, en el momento del cierre”.

d) Desde el punto de vista del trabajo grupal, es posible distinguir tres instancias: pre-tarea, tarea y proyecto.

La pre-tarea es una primera etapa eminentemente defensiva, donde el grupo se resiste al cambio y posterga la elaboración de las ansiedades básicas que lo paralizan.

La tarea, eminentemente productiva, implica un abordaje de la situación anterior mediante una elaboración que rompa la pauta estereotipada que estanca el aprendizaje y reduzca las ansiedades básicas a un nivel no sólo tolerable, sino también óptimo para el pleno funcionamiento productivo del grupo. Se trata de una tarea implícita pero que, en este momento, se hace explícita.

El proyecto, finalmente, surge cuando los miembros logran una pertenencia al grupo, pudiendo éste plantearse objetivos que van más allá del aquí y ahora, y trazando una estrategia para alcanzarlos.

Conviene aclarar que pre-tarea, tarea y proyecto no son momentos unidireccionales sino dialécticos: en la historia del grupo, varias veces serán recorridos esas etapas, en un ir y venir permanente.

Las actuaciones desarrolladas con esta técnica en Cicerón son:

–       Grupos de observación y análisis con residentes, profesionales y familiares utilizados para hacer un diagnóstico situacional en la residencia “San Bartolomé” de Tembleque. Con coordinador y observador. Los materiales de los grupos son tratados con un Supervisor.  Desarrollados entre febrero y abril de 2013.

–       Asamblea de Cicerón, dispositivo de gestión de la Asociación y participación de los socios. Con un informante, con coordinador y observador. Dos veces por año, habitualmente en enero y junio.

–       Reunión de usuarios de la vivienda de mayores en Torrijos, con información sobre un tema de interés seleccionado por el equipo, o a propuesta de algún residente. Con coordinador y observador. Frecuencia mensual.

–       Reunión de usuarios de la residencia “San Bartolomé” en Tembleque, con información sobre un tema de interés seleccionado por el equipo, o a propuesta de algún residente. Con coordinador y observador .Frecuencia mensual.

–       Reunión de familiares de residentes, “San Bartolomé”, con información sobre un tema de interés seleccionado por el equipo, o a propuesta de algún familiar. Con coordinador y observador. Frecuencia trimestral.

–       Grupo de menú semanal, con la tarea explícita de evaluar y planificar los menús semanales conforme al Programa de Alimentación y Nutrición. Constituido por residentes, cocinera, una persona del servicio doméstico. Con coordinador y observador

–       Grupo de salud semanal, con la tarea explícita de preparar la consulta médica y los tratamientos para coordinar con el Centro de Salud. Constituido por residentes, una enfermera y una gerocultora.  Con coordinador y observador.

–    Reunión semanal del equipo de trabajo para evaluación de incidencias, valoración de casos y planificación de actuaciones. Con coordinador y observador

–    Grupo de formación, dirigido a los trabajadores de Cicerón. Frecuencia mensual. Con informante, coordinador y observador.

  • Técnica del Encuadre es el conjunto de condiciones espaciales, temporales, de relación entre los participantes, roles, etc. que se mantienen constantes en una situación de interacción entre dos o más personas y que permite que esta interacción se desarrollo o progrese. El encuadre constituye una fijación de variables que sirve tanto como medio de estandarización como de sistema de referencia de lo observado.

La Técnica de Encuadre es empleada para aplicar la metodología de trabajo en Cicerón. Incluye los principios interrelacionados que se detallan seguidamente:

–       La tarea a realizar en cada proyecto deCicerón esemprendida y comprendida en función de su totalidad, diferenciada del abordaje individual o parcialmente.

–       Definición y esclarecimiento de la tarea concreta a realizar y de los tiempos para su ejecución.

–       El índice de evaluación para Cicerón se mide por el grado de comprensión y mejoramiento de las relaciones humanas y por el grado de dinámica institucional para poder explicitar los conflictos que se produzcan

–       Establecer la manera de mostrar los resultados, así como la información a transmitir omitiendo plazos urgentes.

–       Aplicación del secreto profesional, limitando los contactos extra-profesionales.

–       Independencia profesional limitándose a la tarea encomendada a Cicerón asumiendo la responsabilidad que se le asigna.

–       Disociación instrumental de los profesionales para identificarse con los sucesos que observa pero sin confundirse con ello.

–       Establecimiento de relaciones administrativas explícitas con el titular dela demanda. Nogenerar sobre-estructuras superpuestas a quien regenta la titularidad del servicio, ni dependencia de la acción profesional, sino alianzas con éste.

–       Incluir como tarea la investigación de las resistencias.

FICHA DE ENCUADRE GRUPAL

  1. Nombre. Definición. Tarea.
  2. Objetivos
  3. Frecuencia y duración
  4. Lugar
  5. Tipo de grupo (Abierto/ Cerrado, Limitado en el tiempo/ Ilimitado…)
  6. Número de sesiones y tiempo de duración del grup
  7. Especificaciones técnicas
  • –       Criterios de indicación y contraindicación
  • –     Metodología ( Con información, estilo de la coordinación: interpretativo, directivo, con consignas…., Técnica de la coordinación, )
  • –     Equipo terapéutico (Coordinador / Coordinador-Observador / Coterapia…)

8.-Emergente primero ¿cómo empieza la sesión?.

Emergente segundo .Lo central de la sesión. Conflictividad principal.

Emergente tercero. ¿Cómo acaba la sesión?

9.- Lectura de emergentes, si procede.

10.-Informe: Evaluación (Indicadores / Instrumentos de evaluación). Hipótesis. Interpretación